Johnny Rockets

Mala experiencia!!!!!! Llegamos con nuestra hija de 1 año a almorzar y en la fila para entrar se quedó dormida, nos ubicaron bajo a la bocina del restaurante. Minutos más tarde colocaron una música que bailan los meseros, pedí que le bajaran el volumen por favor que podía despertar la niña, y no lo hicieron es más parecía que subieron el volumen, me pareció de super mal gusto la actitud. Después que pedí una explicación al mesero que le pedí informara y me dijo que era parte del protocolo, por lo que el gerente y equipo no tienen ni criterio ni una mínima consideración hacia el cliente.

Muy ricos platos,rápidos y buena presentación.A los niños les dan para dibujar, muy buenos onda y amable la atención del personal.La hamburguesa doble tiene excelente tamaño, si deja muy lleno.El menú de niños es grande, quizá para compartir entre dos niños o se llevan la mitad a la casa. Excelente servicio.

He comido en muchos Johnny Rockets en Santiago y la verdad es que nos dejó mucho que desear. Atención lenta y olvidaron algunas indicaciones de la comida. Pedí una Route 66 doble y primera vez que aparte de la carne me cobran el queso como adicional. Preferiré ir a otros locales de la cadena. El del Mall Plaza Egaña funciona como reloj y sin sorpresas.

Demora en el ingreso, te informan que tienen retraso en la cocina y aún decidiendo esperar te dejan afuera, de pie, teniendo mesas disponibles.La mesera, excelente atención, pero hay una mala gestión a la hora del almuerzo. No es el ambiente de otros locales de la cadena.

Llegamos al local (sin clientes) y vimos que las barreras de límite del local estaban abiertas, simplemente pasamos he hicimos señas a un camarero el que nos vio y se quedó con cara de darle igual todo. Pasaron unos minutos y fuimos a la entrada para indicarles que estábamos listos para pedir, la chica que nos atendió con mala cara, alegando que pasamos por una zona cerrada, le indicamos que está abierto y con cara de muy pocos amigos (si tiene un mal día que no lo pague con los demás) se dio cuenta y cerró esa entrada. De ahí paso con cara muy larga.La verdad dicen que este lugar atienden siempre con simpatía, pero simpatía no debió venir a trabajar este día jajajaNuevamente una experiencia pésima en este lugar. Menos mal qué hay sitios mucho mejores en el mismo lugar.

Malo malo malo, pedí una ensalada y venía con la lechuga oxidada y sucia con tierra.Asqueroso, reclamamos y al menos no nos cobraron la ensalada sucia que no comí.

Es tercera vez que vengo a este local porque atienden bien y hoy fue todo lo contrario.. la anfitriona con una cara poco agradable te recibe y te indica que pronto te atienden, lo cual fue lo contrario tuve que hacer señas para que alguien recién avisara a otra persona que nos atendieran.. entiendo que trabajar con clientes sea tedioso y cansador pero si estás ofreciendo un servicio experiencial lo mínimo es que te reciban con buena cara y disposición. Además 30 minutos más tarde le llega el peanut butter y el vaso viene sucio. No volveré a este lugar porque en vez de pasar un buen rato me amargue más

Experiencia decepcionante en Johnny Rockets, Mall Los Dominicos.Recientemente tuve la desafortunada experiencia de comer en Johnny Rockets ubicado en el Mall Los Dominicos, y lamento decir que fue muy decepcionante.Mi visita comenzó con una larga espera en la fila a pesar de haber varias mesas desocupadas y limpias, lo que ya presagiaba un servicio deficiente. La persona que nos mantuvo esperando, vestida con un uniforme celeste, simplemente desapareció sin explicación alguna, obligándonos a pedir ayuda a un camarero para que nos encontrara una mesa.Una vez que finalmente nos sentamos y ordenamos, nos enfrentamos a otra espera de 25 minutos para recibir nuestra comida. Para agregar a nuestra frustración, cuando nuestros platos finalmente llegaron, el pan estaba frío, como si lo hubiesen sacado de un refrigerador y no de un tostador industrial. Aunque nos ofrecieron la opción de recalentar" nuestras comidas

Llegamos JUSTO a las 20:00 horas, desconociendo que cerraban a las 21:00, nos ubicó el anfitrión, y el pedido lo tomó Óscar, quien sin mayores problemas nos explicó el menú, donde pedimos un clásico Club Sándwich que cuesta MUCHO encontrar bien hecho. Mi hija pequeña es TEA no funcional, y en el lugar se sintió cómoda, y cuando llegó la comida, entregada amablemente a pesar de su ímpetu por comer todo de inmediato, el mesero supo entregar perfectamente una grata experiencia.A las 20:20 nos avisaron que las malteadas se pueden pedir máximo hasta las 20:30, y que cocina también cierra a esa hora. Lógico... Hay que limpiar las cosas.Lo único que mejoraría es la entrega de la cuenta, ya que tuvimos que pedir 3 veces la cuenta a diferentes personas para que finalmente llegara. Igual lo entiendo... Lunes en horario de cierre, pero todo hubiera fluido mejor si no nos hubiesen cambiado al mesero que supongo habría terminado su turno.En resumen:Excelente atención, comida increíble, ambiente un tanto colorinche (pero bueno, emula USA de los años 50's, es ad hoc a la época)... PERO, considerar que cocina cierra 30 minutos antes del cierre del local. No es un restaurante como tal, es una fuente de soda, con carta amplia, pero fuente de soda.Lograron convertir un cambio de productos, estresante, en una excelente once-cena, y por 44.000 4 personas (2 adultos y 2 niños) el precio es más que razonable, si incluso nos llevamos 1/5 de la comida por sus gigantes porciones.

Hace poco tuve una experiencia muy desagradable en Johnny Rockets y siento la necesidad de compartir mi decepción con otros posibles comensales.Al llegar al restaurante, noté que el ambiente era bullicioso y desorganizado, lo cual debería haber sido la primera señal de alarma. Nos hicieron esperar por una mesa durante más de 20 minutos sin ninguna explicación por parte del personal.Una vez sentados, la desorganización continuó. Pasó un buen tiempo antes de que se nos acercara un camarero, y cuando finalmente lo hizo, parecía apurado y distraído, olvidando parte de nuestro pedido. Cuando señalé este descuido, en lugar de disculparse, se mostró indiferente y poco profesional.Finalmente, cuando la comida llegó, quedé aún más decepcionado. Los platos estaban fríos y parecían que habían sido preparados con mucha anticipación. Además, la presentación dejaba mucho que desear.Mi experiencia fue, en resumen, un desastre. Desde la falta de organización y atención al cliente, hasta la calidad y presentación de la comida, todo fue completamente decepcionante. No recomendaría este lugar a nadie y ciertamente no tengo planes de volver.