Las Salinas de Barrancas

Precioso el lugar, la gente muy buena disposición en contestar tus preguntas. Buena forma de entender como se hacen las cosas antes de la industrialización.

HermosoSi andas por esos lados , no dejes de comprar sal.Es maravillosa

Lugar tranquilo, se puede caminar por pequeños muelles entre las Salinas donde se aprecian aves, principalmente cisnes. Se puede comprar sal en diferentes formatos y a precios bajos. Además hay recuerdos, conservas y restaurante.

Es como el lugar para rematar el paseo y aprovechar de comprar los saquitos de sal

Tuve la posibilidad de hablar con uno de los antiguos productores de sal del lugar y es emocionante escuchar cómo tuvieron la posibilidad de hacerse conocidos, gracias al desinteresado apoyo de algunas personas (un conocido chef chileno y también una universidad), que llevaron más allá de nuestras fronteras, la calidad gourmet de la sal que aquí se produce. Además los capacitaron, los apoyaron con marketing, se escribió un libro con la historia del lugar y sus procesos. Por otro lado, dado que la sal en bruto es barata, se les recomendó dar un valor agregado al producto, incorporando a la sal diferentes sabores (finas yerbas, merken, etc), además de la incorporación de otros productos (quinoa, molinillos de sal, artesanía).Recomiendo ir más allá de los locales que están a la entrada del pueblo, para poder llegar directamente a los lugares donde se produce la sal y hablar con quienes hacen todo esto posible. Ten en cuenta que si bien se puede ir todo el año, en temporada baja hay muchos lugares cerrados. La producción de sal propiamente tal se hace en verano.A partir de diciembre 2017 el camino hasta las mismas canchas de producción de sal quedó completamente asfaltado y en excelentes condiciones. Sin duda una excelente noticia para los lugareños que verán incrementadas las visitas de los turistas

Muy bonito y venden sal con condimentos. Ojo que los primeros locales son mas caros. Luego se puede continuar al molino de agua.

Las salinas de Barrancas, un lugar muy tranquilo, dónde se pueden apreciar cisnes y otras aves cuando está con agua, en el lugar venden sal de mar, al frente se encuentra el restaurante las salinas de Barranca dónde la atención es rápida y la comida es buena

Lindo lugar,buena atención y Buenos precios

Bello lugar, aunque debería estar más protegido por el humedal que existe y la gran fauna silvestre que ahi habita, ideal para desconectarse

Visito este lugar muchas veces al año, me llena de energía, es un amor tan grande el que siento por él, que siempre me falta tiempo para disfrutar a concho cada rincón, además de sal directamente del productor, encuentro una muy buena Quinoa, mermeladas, jarabe de papaya, papayas en conserva y en Cahuil ostras frescas