Hotel Arrebol

La infraestructura del hotel es simplemente preciosa, muy acorde con la naturaleza del sur.Los interiores son acogedores y el personal muy amable.Las piezas son cómdas y la cama es impecable.Disfrutamos poder quedarnos en el hotel junto a nuestro perro.Mis recomendaciones; agua caliente (!) todo lo demás es lo máximo.

Excelente atención y arquitectura del lugar. Desayunos deliciosos. Bebidas del bar a buen precio y ricas. Muy buena las cervezas. Falta mantenimiento en general, desde pintura y humedad en la entrada hasta que el baño se tapa y no hay agua caliente todo el día. Detalles que son una lastima pero que a nosotros no nos cambiaron la estadía. Si nos cambio la buena atención de todo el personal y el ambiente tan acogedor que posee. También que está apartado de la ciudad y se descansa en paz. Hay otros huéspedes pero no te enteras y la música del hotel es muy buena. Agradezco que no haya aire acondicionado ya que abrís la puerta y te refrescas y también que no haya TV en la habitación. Gracias por todo!

Una completa decepción. Es una lástima que un hotel con tan lindo diseño y entorno esté tan mal llevado. Los espacios exteriores estaban muy descuidados, con maleza, agua acumulada en las terrazas. Limpieza deficiente, no dejan papel higiénico de repuesto ni reponen artículos de baño. Las habitaciones no tienen aire acondicionado, lo que parece insólito considerando que con 23 grados que nos tocaron en nuestra estancia, era imposible permanecer en la habitación, que mantenía el calor asfixiante incluso en la noche. Solo frente al insistente reclamo directamente con el administrador, nos trajeron un ventilador que tampoco paliaba lo desgradable de la.habitación. La ducha estaba tapada, generândose una poza cada vez que uno se duchaba. Servicio deficiente, atención regular. Claramente no existe una relación precio-calidad, conviene quedarse en un hotel de mayor categoría por el mismo precio. El hotel no tiene ascensores, tiene demasiadas escaleras lo que no permite la estancia de personas con movilidad reducida. La música ambiental es estridente, lo que no va con el estilo de un hotel boutique, como tampoco la presentación de su personal. Lo positivo es el desayuno, es variado, aunque se echan de menos frutas de la zona.

Un lugar precioso, con habitaciones muy limpias, un poco aburrido a mi gusto. En las habitaciones falta un mini bar. La recepcion caotica, no atienden cuando se les pide. Llegamos a las 23:45 y no nos atiendieron hadta las 00:30. Recomendaria otro sitio para quedarse, hacia un poco de frio.

El hotel ya no funciona como tal. Actualmente se imparten algunos talleres (yoga, karate, ballet, etc) en las instalaciones; y además algunas de las habitaciones se habilitaron como mini studios" para arrendar. El lugar es muy bonito

Malísimo llegamos a la habitación hace un calor terrible y no tiene aire acondicionado. Pedimos hablar con alguien responsable y no hay quien nos atienda. Viajamos desde Bs As. Llegamos cansado pensando en una habitación confortable y no lo es la cama el colchón está desastroso. No lo recomiendo para nada.

Si bien, el lugar es bonito, la comida es mala. El salmón no tenía sabor, el saldo estaba muy engrasado, la quinoa era más que insípida y los postres ni una gracia. Lamentablemente no lo puedo recomendar.

Hotel bueno, vista hermosa, camas cómodas.Lo malo es lo despreocupado del jardín, y sucias las áreas comunes.Sólo corten el pasto y saquen una cocina con un nylon de la fachada.Patio lleno de puchos de cigarros..

Mi experienciaEl hotel está ubicado arriba de un bosque nativo oculto que antes tenía lindos senderos para recorrer que hoy se perdieron en la naturaleza. Al llegar al hotel te encuentras con un volumen recubierto por un entramado de maderas nativas al estilo de los cercos Chilotes. El hotel es rústico, natural y top design a la vez, estoy informada de que se ha ganado premios como hotel Design en el extranjero y muchas entrevistas en revistas de diseño y arquitectura extranjeras. En Chile poco se sabe de esta maravilla que además por su paso en el tiempo se puede ver algo abandonado desde afuera por lo salvaje de la naturaleza que lo rodea pero para mí es pura magia del Arrebol!!!Mi favorita es el despertar con el sonido de los pájaros del bosque y dependiendo de la época del año al dormir se pueden escuchar el croar de las ranas de los estanques, está vez apareció una garza blanca y unos patos salvajes en el estanque principal! para quien ame la naturaleza toda una experiencia. Todas las habitaciones tiene vista al lago y Puerto Varas, de noche se ve fantástico! Se puede dormir con las cortinas abiertas mirando la ciudad con su reflejo en el lago...otro de mis favoritos. En invierno se puede pedir una mesa al lado de la chimenea en un rincón muy agradable y acogedor del bar del hotel.En días lindos el staff del restaurant ofrece la preparación de un curanto tradicional chilote en la terraza principal con bella vista al lago y los volcanes. Sin duda toda una experiencia en este hermoso lugar. Muchas gracias por la atención y amabilidad de su personal.Volvería siempre a mi refugio en el sur.Nos vemos en abril