Hotel Bonaparte

Estuve en el área de residencia sanitaria, desconozco si funciona como hotel para turistas. Pero la atención como residencia sanitaria es un 7, el personal de salud, el de aseo y comida siempre están pendiente de los pacientes, un 7 por la paciencia por la que atienden a las personas enfermas. Y en general el hotel un 7. Todo funciona a la perfección. Por razones obvias no hice uso de las áreas comunes del hotel, pero como residencia sanitaria un 7!

El hotel está muy bien ubicado, en un barrio agradable de caminar. El edificio es algo antiguo, pero está decorado con elegancia y aire francés. El personal es servicial y amable en todo momento. La habitación en que nos hospedamos estaba en la mansarda del quinto piso, era de tamaño adecuado y cómoda, el baño era moderno y bien aseado y la cama era muy cómoda. El único detalle es que las ventanas eran pequeñas y no se abrían. Cuenta con estacionamiento subterráneo (algo estrecho, poco apto para camionetas) y con piscina en temporada de verano.

Llegué ahi por covid, el hotel es usado como residencia sanitaria y la higiene deja bastanre que desear, la primera noche me comieron los chinches, tengo al menos 60 picaduras en el cuerpo por lo que tuve que ser trasladado a otra residencia donde al menos me ofrecieron limpiar mi ropa.El personal del Minsal se portó muy bien, muy amables y preocupados, mas el personal del hotel deja bastante que desear. Ni disculpa ofrecieron por la situación. Subi las fotos del colchón al twitter del minsal y veré si las puedo subir acá. No lo recomiendo para nada.

Llegué tarde tipo 22.40pm había un hombre gordito con acento extranjero(lo digo para que lo identifiquen) con la peor disposición y cara que he visto para atender al cliente, me dio una pieza sin ventana ya que la que había de tamaño 1x1 no se podía abrir. Intenté bajar pero no me dijo este mismo personaje que se apretaba la Z para llegar al lobby, cuando después de 20 minutos pude bajar pedí por favor por mi condición médica mostrandole el certificado no podía estar en habitaciones sin ventanas, me miró con una cara de odio y molestia impresionante! Y me cambió la habitación de mala gana. Le dije que me debió haber avisado como llegar pero su respuesta fue encogerse de hombros y no mirarme, cuando me cambie de habitación no habían frazadas, no había agua para tomar, ni menos para hacerse un té. Al no haber frazadas tuve que poner el aire en alto que sonaba como tarro con piedras, no había WIFI, el desayuno fue promedio, pero el personal AM arreglo todo, chicas muy amables. Sin embargo una mala experiencia PM cuando uno llega cansado de un viaje o trabajo, no recomendaría este hotel no me quede más de una noche ya que no cuenta con las condiciones adecuadas para entregar un buen servicio, sus instalaciones son muy antiguas y su personal deja mucho que desear

Hotel céntrico, seguro, en un área muy bonita de Santiago. Cuenta con amable atención, limpia infraestructura y bonita decoración. La pieza que nos tocó muy cómoda, con una vista preciosa y un desayuno rico y contundente. La piscina también la disfrutamos mucho y el estacionamiento facilitó mucho poder trasladarnos en auto por Santiago y alrededores. ¡Muy buena experiencia, que espero se repita pronto!

La habitación es amplia y cómoda. Un desayuno rico y variado, destaco los postres y las frutas, todo fresco. No tuve la oportunidad de salir pero está cerca el Costanera Center . Es tranquilo afuera.Hay piscina, algo pequeña , pero funcional, no obstante no había muchas posaderas.

Fué excelente mi estadía , agradezco mucho la atención del personal del hotel y grandemente al personal de salud.

El personal muy amable, nos recibieron muy bien y nos dieron la habitación antes del horario del check in sin cargo. El desayuno muy completo, habitaciones cómodas y limpias. Ricos y abundantes los platos del restaurante del hotel. Ubicación bastante buena. Para recomendar.

Buen desayuno