Café Isla Verde

Un lugar bastante agradable, hay que ir con tiempo es un lugar ideal para conversar y reunirse por temas de trabajo. La comida en general es muy buena, yo pedí una caldereta de merluza y estaba deliciosa. De postre pedí pie de limón y estaba exquisito, lo acompañé con un café de grano también muy bueno. Tienen menús para cada día, aunque solo consiste en el platillo, no tienen bebidas alcohólicas y hay opciones veganas, vegetarianas y no veganas. La atención es esmerada y los platos los preparan a medida que se piden, por eso la demora, todo lo sirven fresco y cocinado en el momento. Recomiendo el lugar absolutamente, es ideal para amigos y compañeros de trabajo si quieren pasar un momento tranquilo y confortable.

Quiero más...Pedímos el plato vegano del día ( existe versión con o sin proteína vegetal) por opción personal lo pedí sin la proteína. Quedamos sorprendidos de lo rico que estaba todo. Es un lugar para relajarse, porque comer bajo un árbol es siempre una experiencia inigualable ( según yo ninguna estructura de factura humana se compara a los diseños que otorga vegetalia).La comida estaba saludable y sencilla pero deliciosa. La ensalada y el mix de verduras salteadas son irrepetibles, ya que siempre cocinan con los productos del día y el stock y los platos van variando, pero si pudiera, volvería a comer el mismo plato, en el mismo lugar. Ojo, para veganxs y vegetarianxs hay que preguntar bien que hay" y especificar

Más que una isla, este café es un oasis en medio de la ciudad. Con ambiente acogedor y excelente atención, dispone de un menú apto para veganos y no veganos. Da la posibilidad de almorzar al aire libre y sin el ruido de la ciudad.

La comida del almuerzo deja bastante que desear en cantidad y sabor, poco recomendable. Me gustaba mucho más cuando era un lugar vegano. En todo caso el lugar es muy bello, con una terraza que recuerda al campo

El lugar es muy lindo, estilo rústico. Tiene espacio para estar al aire libre y dentro del local. En su carta incluyen preparaciones veganas y no veganas. Atención agradable.

He ido dos veces y como comentario general lo peor que tienen es el tiempo de atención. Se demoran mucho en atender y en traer los platos, van muy relajados y la vibra que tiene el lugar es ese en todo sentido pues las mesas no siempre están limpias ni puestas. Lo positivo es el señor (que creo es el dueño) que hace pastas frescas y pizzas caseras, exquisitas, pero no siempre lo tienen disponible pues se guían por menú del día así que hay que estar atento a lo que haya. Como general es un lugar más tipo picada, hogareño y donde pareciera que no se toman en serio el negocio y es más como una familia que prepara comida para los que lleguen... hay que tener eso en cuenta para no pasar malos ratos y decepcionarse. No lo recomendaría por lo mencionado pero la comida está ok.

Me encanta ir, quizá no hay lujos( como se entiende socielamente ) pero la casa tiene algo muy casero, te sientes como en un domingo debajo del parron de la abuela

La calidad de la comida es buena, lamentablemente se demoran mucho en atender y llevar los pedidos. No se respeta el orden de llegada en la atención de los clientes. Pueden mejorar porque el lugar es muy agradable y la gente que trabaja allí también.