Hotel Haras Casacampo

Un precioso e íntimo lugar, para pasar en pareja o familia, muy acogedor, muy tranquilo para disfrutar del campo, con vacas, gallos, gallinas, burros, caballos y ovejas que acompañan el entorno. Hay espacio para caminar, jugar fútbol, nadar en la enorme piscina o bañarse en tinaja. La dueña del lugar es una excelente anfitriona y junto a sus trabajadores dan todo por que tu estadía sea lo más confortable posible. Fue una linda experiencia que pronto voy a repetir.

Nada que recomendar. Es una casona en un bonito entorno, pero muy descuidado y falto de mantención. Suciedad en la habitación y falta de ventilación y luz . Ni hablar del baño . Los hongos están por todos lados . La señora Gloria muy amable , pero no es suficiente para hacer de eso una agradable estadía. Nadie entra a mantener la habitación. Estuvimos 3 noches . La verdad una mala experiencia. No volveremos!!!! No le da para hotel. Apenas para hospedaje

Lo bueno: Muy buen lugar para descansar, Sra Gloria preocupada 100% de nuestra experiencia, ofrecen almuerzo de casa en el interior gran menú por 12mil pesos, y tinaja caliente 15mil pesos pp. Desayuno contundente y sin restricción de horario.Lo malo: se podría mejorar la limpieza interior de las habitaciones y espacios en común.

Todos muy amables , el desayuno muy rico y el entorno para relajarse y disfrutar.

Fue una experiencia familiar. Grata para los niños. Pero le falta inversión. Hot tub malas, piscina sucia, no hay bicicletas y apenas un caballo. Muy bien atendido eso si. Por eso un 5

Si bien el entorno es muy lindo , el lugar carece de limpieza y mantención. Las habitación estaba sucia , tierra acumulada de meses encima de muebles y ni hablar debajo de la cama . El baño tenía pelos de otros huéspedes y los hongos estaban por todos lados. Las áreas exteriores también muy deterioradas. Las piscinas sin mantención. Estuvimos 3 noches y nadie fue a la habitación para mantener o por lo menos limpiar el baño . El precio que cobran no lo vale. Claramente no es un hotel y las fotos que muestran deben haber sido tomadas hace muchos años .

Un hermoso lugar para desconectarse del trabajo o la rutina. Antiguamente funcionaba como caballeriza por lo cual sus piezas están acondicionadas a partir de estas. Posee dos piscinas, una de nado y otra de baño, las dos en excelentes condiciones. En cuanto a la atención, el personal siempre muy atento y con excelente disposición. Por la parte de la comida, los desayunos son abundantes y completos. Se puede almorzar en el mismo lugar pero se necesita avisar con un día de anticipación.

Lo bueno: lugar totalmente aislado y desconectado, total relax.Lo malo: piscina con agua sucia, poca prolijidad en la mantencion, habitacion y baño muy pequeños.No volvere!!

Lugar tranquilo y alejado del ruido, bien para descansar, comida buena, la atención y amabilidad excelente, respecto al aseo y mantencion de los lugares de uso común, queda bastante que mejorar.

Encontré este hotel campestre por internet para mi pareja y yo por dos noches y llegamos temprano para aprovechar las atracciones que mostraba la página web.Hubo muchas cosas que no me gustaron del hotel y mis comentarios negativos son enfocadas a aspectos que son mejorables con facilidad y no al tipo de recinto.- Ubicación: Está un poco alejado de la carretera central (10 minutos aproximadamente por camino angosto pavimentado), el cual la primera vez puede parecer una travesía, pero con el tiempo tiene su encanto al estar alojándose en mitad de la nada.- Precio: Por la.página los precios me parecieron un poco elevados, pero supuestamente valía la pena por todo lo que ofrecía la página. Pagué $136.000 por dos noches.- Comida: El desayuno estaba incluido. Consistía en un desayuno simple: pan amasado, queso, jamón, mantequilla, té o café y paqueques o torta según el día. Nada era hecho en el hotel. Al preguntar por el restaurant" (ítem presente en la página web) se me dijo de manera gentil que si se quería almorzar o cenar