Hostal al Fin del Mundo

Maravillosa Hostal, si buscas un lugar acogedor, con ambiente multicultural, y espacios comunes muy cómodos y amplios, perfecto para conocer a personas de otros lugares, te recomiendo esta linda hostal, para pasar un buen rato en Punta Arenas

El hostal tiene un aire muy acogedor, sus principales valores son hacer sentir al huesped como en su propia casa, y la verdad lo realizan muy bien.Los precios que maneja podrian considerarse baratos para lo que ofrece, siendo un lugar muy hospitalario.Lo que mas me gusto del lugar fue su ubicacion, ya que el hostal es parte de un edificio patrimonial de la ciudad, estando ubicado a pocas cuadras de la estacion de buses, gracias a esto el transporte no será necesario en el tramo de llegada.

Excelente ubicación, atención y ambiente

Al llegar sentí un olor a marihuana desagradable, lugar oscuro y cama con colchon malo.Decidi irme a otra hostal.

Hostal fin del mundo, buena ubicación,buen ambiente, económico, se puede cocinar,mesa de pool, lavandería... Buen lugar donde quedarse en puq

Hostal fin del mundo, un lugar grato y con espacios únicos a diferencia de otras hostales, la atención es buenísima de parte del encargado y el dueño, te sientes como en casa aparte que está bien ubicado a pasos del centro, supermercados, restaurantes y otros servicios y a pasos de la Costanera del estrecho.

La ubicación es excelente, una casa antigua y muy grande, parte del circuito patrimonial de casas en punta arenas, si buscas lujos este no es el lugar, pero si esperas un lugar tranquilo, con acceso a la cocina y todos sus espacios sin problema llegas al lugar indicado, su administrador, super relajado. Buen lugar para alojar.

Si pudiera poner media estrella, lo haría. Lugar sucio y sin ventilación, descuidado. Baño con olor a humedad. Cocina con muchos trastes sucios amontonados; no habia fuego para encender la cocina. El dormitorio aunque no era el mejor, estaba pasable aunque los resortes del colchón se enterraran en las costillas, en la noche molesta mucho el ruido de los vehículos y ambulancias de la calle contigua. El desayuno ni lo probamos, el pan estaba duro como piedra. Y al retirarnos el chico de la recepción dormía placidamente sobre el sillón, y eso fue ya al mediodia. Cosas buenas: el chico de la recepción es buena onda, tenian refrigerador, lavadora y cocina para uso del pasajero, buena calefacción, wifi, pc, tv con netflix y sala de distracción con instrumentos musicales y mesa de pool.Personalmente, no me gustó ni lo recomendaría.

Buena ubicación y personal agradable

Ambiente super cálido y buena atencion!!